lunes, 11 de agosto de 2014

Viajar a Japon

Viajar a Japon es para cualquiera que haya comido sushi, manga leer, o bien sorbido pueden sentir que saben algo acerca de este archipiélago furtivo de algunos 6.800 islas volcánicas. Y, sin embargo, desde el momento de su llegada a Japón, es casi como si hubiera aterrizado en otro planeta. Prepárese para ser gratamente desorientado a medida que negociar esta fascinante tierra donde dioses antiguos, las costumbres y la artesanía se mezclan con la tecnología más moderna vanguardia, moda futurista y up-to-the-segundo estilo.


Los trenes de alta velocidad para llegar rápidamente de un extremo a otro del país con impresionante puntualidad. En los suburbios de una metrópolis en expansión, se puede coger la vista de un granjero que tiende su campo de arroz, luego girar a la esquina y se encuentra al lado de un salón (video) juegos neon-festoneado. Un día usted podría estar recogiendo a través de la moda en una boutique diseñado por el premiado arquitecto, el siguiente de relax en una piscina de aguas termales al aire libre, ver los cerezos en flor o los copos de nieve caer, dependiendo de la temporada.

Pocos países han, en el espacio de unas pocas generaciones, con experiencia tanto o hecho tal impacto. Industrializada a gran velocidad a finales del siglo XIX, Japón perdió sus atavíos feudales para convertirse en el país más poderoso y agresivo hacia el exterior en Asia, en cuestión de décadas. Después de la derrota en la Segunda Guerra Mundial, que se transformó de víctima bomba atómica al gigante económico, la envidia del mundo. Después de haber resistido a la recesión de una década desde mediados de los años 1990, Japón está ahora disfrutando de su "poder blando" como proveedor preeminente del mundo de la cultura pop, con los medios visuales de anime y manga a la cabeza.

En las ciudades que primero va a ser golpeado por la masa de gente. Estas metrópolis hiperactivos son el lugar para coger la última tendencia, la moda más de moda y deben-tener aparatos antes de que lleguen el resto del mundo. No es todo acerca de la modernidad, sin embargo: Tokyo, Kyoto, Osaka y Kanazawa, por ejemplo, también ofrecen las mejores oportunidades para ver las artes tradicionales de rendimiento, como el kabuki y no juega, así como una gran cantidad de artes visuales japoneses en los principales museos. Fuera de las ciudades hay una gran variedad de opciones de viaje, desde el Parque Nacional de Shiretoko, declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en Hokkaido a las islas subtropicales cálidas de Okinawa, y usted rara vez tiene que ir muy lejos para divisar un noble castillo, antiguo templo o santuario, o los locales que celebran en una fiesta colorida calle.

Al igual que todos los países desarrollados, Japón no es un lugar barato para viajar en o para, pero no hay razón por la que debe ser tremendamente caro. Algunos de los lugares con más ambiente y tradición japonesas para alojarse y comer son a menudo los que son el mejor valor. Ha habido considerable reducción de precios en algunas zonas en los últimos años, en particular los billetes de avión, que ahora rivaliza con el riel de ganga famoso pasa como un medio para llegar a los rincones más remotos del país.

No todo es perfecto, sin embargo. Los japoneses son expertos en centrarse en detalle (la envoltura exquisita de regalos y la presentación de tormento de alimentos son sólo dos ejemplos), pero a menudo te pierdas el panorama más amplio. Desarrollo desenfrenado y la contaminación a veces atroz son difíciles de conciliar con un país también famoso por la limpieza y la apreciación de la naturaleza. Parte del problema es que los cataclismos naturales, como terremotos y tifones, golpeó regularmente Japón, por lo que pocas personas esperan que las cosas duran por mucho tiempo de todos modos. No se puede negar tampoco el impacto pernicioso del turismo de masas, con filas de tiendas de regalos, hoteles feas y las multitudes a menudo arruinan lugares potencialmente idílicos.

Y, sin embargo, una y otra vez, Japón se redime con inesperadamente bellos paisajes, gente encantadoramente corteses, y su sentido tangible de la historia y tradiciones entrañables. Pocos serán capaces de resistir la oportunidad de llegar a enfrentarse con su misteriosa cultura aún tentadora que desdibuja los límites tradicionales entre el Este y el Oeste - Japón es único, ni totalmente lo uno ni lo otro.

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